Cómo superar una ruptura de pareja en 5 etapas (parte 4)
Hola, ¿cómo estás?
Sabemos que trabajando mucho.
“Cada noche, cuando me voy a dormir, muero. Y a la mañana siguiente, cuando me despierto, renazco.”
Durante las etapas anteriores has tenido la oportunidad de encontrar recursos para enfrentar el dolor de una ruptura de pareja y empezar a superarlo, para mantenerte firme en los momentos difíciles del proceso y empezar a dejar el pasado atrás, y para recuperar tu identidad e independencia y empezar a pensar en lo que realmente quieres en tu vida sentimental.
Definir para encontrar
La idea de esta etapa es consolidar esta última parte: definir mejor qué quieres y quién quieres ser, tanto cuando estás sola como cuando estás en una relación sentimental, y terminarás de ver lo que realmente significa para ti ser pareja.
Veamos el planteamiento de la cuarta etapa:
Etapa 4 - Renacer:
Yo, de nuevo… a prueba.
Definirás cómo quieres ser tú, para poder saber cómo quieres formar parte de una relación.
Tendrás claro dónde están tus límites y qué esperas de una relación satisfactoria.
La dificultad de construir desde cero
Somos conscientes de que no es un tema sencillo. De hecho, ninguno de los que has trabajado hasta ahora lo es.
Pero a veces cuesta menos identificar aquello que no queremos, porque en esos casos contamos con la experiencia: lo hemos vivido, lo hemos valorado, y sabemos que no nos gusta, que no lo queremos más en nuestra vida.
Pero, ¿qué pasa con lo que no hemos vivido? ¿Podemos saber de antemano si nos va a gustar, o si va a caer en la cuenta de los “gracias, pero no me interesa”?
De dónde vienen las creencias
Podríamos plantearnos pensar desde cero en lo que queremos de una relación. Cómo queremos que sea la persona, cómo queremos que sea la relación, cómo queremos ser nosotras en esa relación.
El problema es que es muy difícil partir de cero.
Además de nuestra propia experiencia personal, nuestro entorno promueve unas determinadas creencias sobre cómo es la vida y el mundo en general, y las relaciones románticas en particular.
Si te has suscrito, habrás recibido un ejercicio de la etapa 3 en el que te hemos propuesto cómo ayudarte a identificar tus creencias sobre el amor. ¿Cuántas crees que son debidas a tu experiencia directa?
Definiciones de amor
Consulta definiciones del amor en textos clásicos “El arte de amar, un análisis sociológico”, de Concepción Fernández Villanueva, en este enlace.
La concepción de cómo tienen que ser las relaciones de pareja ha ido cambiando a lo largo de nuestros tiempos.
Lo que se considera “normal” en las relaciones sentimentales (como, de hecho, en toda la experiencia humana) es muy distinto ahora que, por ejemplo, en tiempos del amor cortés o de la familia moderna, y se mezclan hoy características de los modelos de la familia moderna y postmoderna, con sus respectivos roles.
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• Amor fusional, romántico vs. amor dentro del matrimonio.
• Construcción de la intimidad, privacidad y hogar: la buena esposa y madre.
• Feminidad y maternidad: “secuestro” de la sexualidad femenina
• Doble patrón de la sexualidad masculina: el “confort doméstico” y la “querida o prostituta”.
• Alta normativización de comportamientos: el culto a las apariencias.
• Desconfianza hacia la sensualidad: sentido de la decencia.
• Conyugalidad vía Iglesia e introducción del matrimonio civil.
• Hombres y mujeres no son iguales ante la ley.
• Protección del esposo a cambio de la obediencia de la esposa.
• Posibilidad de divorcio en países de tradición protestante.
• División sexual del trabajo.
• Refuerzo legal del ‘cabeza de familia’ (padre-marido).
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• Disociación sexualidad conyugal y reproducción.
• Reivindicación pasión y hedonismo: del amor romántico al amor sensorial.
• Reivindicación reciprocidad: del amor fusional al amor confluente.
• Tecnologización de la experiencia amorosa: de la relación a la conexión.
• Inmediatez y consumismo: el amor como mercancía.
• Erosión del compromiso: coste demasiado alto vs. beneficio incierto.
• Rechazo a la pérdida de la autonomía, del control, al riesgo y al sufrimiento.
• Amor contingente: ‘la próxima’ será más estimulante.
• Hombres y mujeres son iguales ante la ley.
• Ideal de auto-sustento económico.
• Libertad individual en la formación y ruptura familiar.
• Familias largas y estrechas.
• Gran pluralidad de formas familiares.
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La evolución de estos modelos y el hecho de vivir en un momento de transición de modelos, hace que sea más difícil tener una referencia única y sólida.
En la actualidad, nos toca asumir la libertad de decidir qué queremos para nosotros. Y esta transición de modelos sigue estando acompañada por los incombustibles mitos del amor romántico.
El amor romántico se basa en el modelo siguiente:
• Gusto por la desgracia y los amores imposibles.
• Hiperidealización del amor y de la persona amada.
• El amor feliz no tiene historia, triunfa el amor amenazado y
condenado.
• El amor es una pasión que hace sufrir.
Mitos del amor romántico
Se trata de un modelo con los roles también muy bien definidos.
Del hombre se espera que sea independiente, seguro, agresivo, dinámico, valiente, “malote”, con aspectos afectivos poco definidos y seductor.
De la mujer se espera que sea educada en el amor, insegura, tierna, pasiva, responsable y tranquila.
Solo hace falta echarle un vistazo a la definición de amor en el diccionario para desvelar algunos de estos mitos. ¿Sabes cuáles son? A ver si alguno te resulta familiar:
• Mito de la media naranja: en alguna parte hay alguien predestinado para cada persona (“tu media naranja”).
• Mito de la pasión eterna: la pasión intensa de los primeros tiempos de una relación debería durar siempre, idealización del primer amor.
• Mito de la omnipotencia: el amor es ciego y el amor verdadero lo puede todo, amarse es suficiente para resolver cualquier problema.
• Mito del emparejamiento: estar en pareja es lo natural, encontrar pareja es el objetivo en la vida para ser feliz. Por lo tanto, separarse o divorciarse es un fracaso.
• Mito de los celos: los celos son una prueba de amor. Pensar que los celos son un signo de amor justifica comportamientos egoístas, injustos, represivos, controladores y muchas veces violentos.
Y todos estos mitos tienen consecuencias en nuestra vida cotidiana y en nuestras relaciones. Entre modelos cambiantes y mitos inmortales, parece que tiene que ser más difícil saber lo que esperamos de una relación sentimental. Pero en el fondo, no lo es tanto.
Lee sobre las consecuencias de los mitos sobre las relaciones de pareja, en el artículo de Pilar Sanpedro, “El mito del amor y sus consecuencias en los vínculos de pareja”, en este enlace.
La capacidad de ser amable con una misma en circunstancias adversas, ver la propia ruptura de pareja como parte de las dificultades a las que se enfrenta todo el mundo y experimentar el dolor emocional de la ruptura sin atrincherarse en él, parecen ser actitudes vitales para promover el bienestar y protegerse contra un prolongado malestar tras la separación.
Escucharse antes que escuchar
El truco pasa por dejar de escuchar a los demás y escucharse a una misma.
Al centrarse en una misma, es más fácil obtener lo que se quiere: cambiamos nuestro foco de atención de querer tener una pareja a querer ser una pareja, una buena pareja.
Nos pedimos a nosotras mismas, y eso es algo que sí depende de nosotras. En nuestras manos está decidir qué clase de pareja queremos ser, a qué tipo de relación queremos contribuir. Y en nuestras manos está terminar lo que no nos gusta y no podemos cambiar.
Etapa 4. Ejercicio 1: Qué quiero y qué no quiero
A medida que te acercas al final de este recurso, es importante empezar a sintetizar e interiorizar lo que estás aprendiendo en esta etapa de tu vida.
Te proponemos un ejercicio que te puede ayudar a ver qué es lo que ha pasado en tu vida sentimental, e identificar aquellos aspectos que te gustaría seguir encontrando en tu vida, para diferenciarlos de aquellos que no quieres más en una relación de pareja.
Cómo hacerlo
Para ello, en el cuaderno de trabajo puedes hacer una lista con las relaciones sentimentales que has tenido en tu vida.
Es importante que tengas un inventario detallado, con hechos importantes, los vivieras como negativos o positivos, las fechas en que se dieron, las características de la otra persona, cómo era la relación y cualquier otro dato relevante.
Una vez tengas los datos, fíjate si ves coincidencias en las situaciones vividas y las personas con las que has estado. Si ves temas que se repiten, anota cuáles.
Piensa en ti respecto a esas relaciones de pareja.
¿Qué creencias tuyas sobre ti, sobre el amor o sobre la vida en general, te parece que pueden haber influido en que llegaran a ti esas personas o relaciones?
Si las puedes identificar, anótalas. Sobre estas creencias sería bueno que trabajes para ver si han contribuido a atraer personas y situaciones que no quieres más en tu vida. Si te has suscrito, puedes usar el ejercicio que te hemos enviado en la sesión anterior para trabajar con ellas.
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Vuelve a ser momento de escucharse.
Has recibido mucha información hasta el momento y has trabajado duro... ¿cómo te encuentras?
¿Es momento para una pausa?
¿Para repetir algún ejercicio de relajación?
Acuérdate de escucharte de vez en cuando.
¿Te cuesta seguir adelante?
Te podemos ayudar
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Etapa 1: Sanar
Una ruptura de pareja desata muchas emociones, no siempre fáciles de llevar. Aprenderás a normalizar emociones como el dolor, la rabia, el resentimiento y la vergüenza, las entenderás y expresarás de manera adecuada, para poder afrontar tu día a día de una forma más llevadera.
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Etapa 2: Proteger
Más allá del momento inicial de la ruptura de pareja, volver a ser tú es un proceso que lleva un tiempo, a lo largo del cual pueden surgir dudas sobre la decisión que has tomado, o por parte de quien la ha tomado por ti. Mantener la cabeza clara es fundamental para que el dolor no se haga más grande.
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Etapa 3: Reenfocar
Recuperarás el contacto con la esencia de la persona que siempre has sido y que quizás perdiste en otra persona. Empezarás a trabajar en tu independencia mental y emocional, comprendiendo las creencias que te han limitado en el amor hasta ahora.
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Etapa 4: Renacer
Definirás cómo quieres ser tú, para poder saber cómo quieres formar parte de una relación de pareja, si eso es lo que quieres algún día. Tendrás claro dónde están tus límites y qué esperas de una relación sentimental satisfactoria.
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Etapa 5: Comprender y seguir adelante
Podrás dar los pasos necesarios para empezar a cicatrizar las heridas, a comprender la diferencia entre olvidar y aceptar, y a liberarte de las cargas de tu pasado emocional para seguir adelante con ligereza y conocimiento de ti.