Cómo superar una ruptura de pareja en 5 etapas (parte 2)

¡Hola de nuevo!

Si estás leyendo esto, es que seguramente ya has leído el material correspondiente a la etapa 1... ¡enhorabuena! La perseverancia es una característica que se muestra muy útil en estas situaciones.

Seguir adelante con las decisiones que hemos tomado, como esta lectura, nos permite ver cambios a medio y largo plazo, aunque a veces no los veamos tan rápido como quisiéramos. Por eso es importante disponer de la información necesaria para saber que vamos por el buen camino.

También es importante haber reflexionado sobre lo que realmente queremos y saber así hacia dónde estamos yendo, y poder seguir trabajando con firmeza.

Y la firmeza nos permite afrontar los momentos difíciles que, sin duda, se presentan a lo largo de nuestro camino. Recordemos por un momento el tema de la segunda etapa, que trabajaremos con la ayuda de este recurso que estás leyendo:

  • Etapa 2: Proteger

    Más allá del momento inicial de la ruptura de pareja, volver a ser tú es un proceso que lleva un tiempo, a lo largo del cual pueden surgir dudas sobre la decisión que has tomado, o por parte de quien la ha tomado por ti. Mantener la cabeza clara es fundamental para que el dolor no se haga más grande.

Etapa 2 - Proteger:

Mantener la firmeza en los momentos difíciles.

Más allá del momento inicial de la ruptura de pareja, volver a ser tú es un proceso que lleva un tiempo, a lo largo del cual pueden surgir dudas sobre la decisión que has tomado, o por parte de quien la ha tomado por ti.

Mantener la cabeza clara es fundamental para que el proceso de duelo por separación no se alargue indefinidamente y el dolor no se haga más grande, y sea más sencillo superar una ruptura.

Todo termina, y antes de lo que nos imaginamos

¿Recuerdas que en el material de la etapa 1 hablábamos de las transiciones? Y que toda transición pasa por una zona neutral. Pues resulta que en esta zona neutral estamos en construcción, todavía, y conviven los dos mundos, y... ¡dudamos, dudamos mucho! Pensamos que esta zona neutral, este camino por el dolor hasta poder ver la luz va a ser interminable. Y la verdad es que, al final, también termina.

Aunque nadie ha logrado medir el tiempo exacto para superar todas las consecuencias de abandonar o ser abandonado, se sabe que tendemos a sobreestimar ese periodo de duelo.

Puedes acceder al estudio completo “Mispredicting distress following romantic breakup: Revealing the time course of the affective forecasting error”, de Eli Finkel y otros (en inglés), en este enlace.

Los resultados de un estudio de las Universidades Northwestern y Carnegie Mellon revelaron que el error en la predicción de la duración del proceso de duelo tras una ruptura sentimental, está totalmente afectado por un sesgo inicial, debido a la intensidad emocional.

Y que hay distintas variables que influyen en que este error de predicción sea más grande: el grado de enamoramiento, creer poco probable iniciar una nueva relación a medio plazo, y quién ha jugado un papel menos protagonista en la decisión de terminar la relación.

La duda es normal... y mala consejera

La duda, en el caso de una ruptura sentimental, puede hacernos dudar hasta el punto de pensar que la mejor solución es que las cosas vuelvan a ser como antes. Y buscar e, incluso, implorar una reconciliación.

Es normal. Recuerda que el dolor que sientes es tan real como el que sentirías por una fractura (lo hemos visto en la etapa 1), y se activan los mecanismos ancestrales de luchar o huir y es fácil terminar en un estado de pánico.

Una salida fácil a este sufrimiento es intentar volver al lugar de donde vienes: con tu ex.

Puedes leer el estudio original sobre la sincronización fisiológica, David A. Sbarra, University of Arizona en este enlace.

El miedo de no ser capaces de sobrevivir por nuestra cuenta, de que todos nuestros sueños se han venido abajo y de que no hay nada bueno por delante, nos llevan a verlo así.

Es una cadena de pensamientos que te hacen hundirte. No es amor, no es que eches de menos a la persona: es que entras en pánico. Eso y quizás también que estás enganchada.

Un estudio nos muestra que el metabolismo y los ritmos biológicos de dos personas que se quieren (o que, al menos, pasan mucho tiempo juntas) se coordina en una especie de conexión fisiológica.

La oxitocina y los síntomas de la separación

Y otros estudios nos muestran que en el caso de relaciones íntimas, el cuerpo segrega oxitocina, la hormona de la felicidad.

Puedes ver ”Reward, Addiction, and Emotion Regulation Systems Associated With Rejection in Love”, Helen E. Fisher, Lucy L. Brown, Arthur Aron, Greg Strong, Debra Mashek en este enlace.

También puedes ver este video de Helen Fischer sobre el estudio.

Al separarnos de nuestra pareja, sufrimos una privación de esta hormona y manifestamos síntomas de abstinencia parecidos a los que se dan en una dependencia física a sustancias.

Y aparecen también los comportamientos obsesivos, como espiar sus redes sociales y el móvil, aparcar o pasar con el coche por delante de su casa, escribirle, buscar el contacto de algún modo.

Protegerte es evitar todos estos comportamientos. Recuerda, el dolor es real, pero no es eterno, aunque ahora te lo parezca. Sobretodo si haces tu parte de trabajo.

Arrepentirse y el riesgo de las relaciones cíclicas

Además, volver con la ex-pareja es volver al lugar que os ha llevado a la separación. Es difícil que salga bien sin un intenso trabajo personal previo por parte de ambas personas. Las estadísticas en este sentido no son muy esperanzadoras.

Y además, corres el riesgo de entrar a formar parte de lo que se llama una relación cíclica, relaciones cuyos miembros tienden a ser más impulsivos sobre las decisiones más importantes de la relación, como por ejemplo irse a vivir juntos o tener hijos.

Las personas en relaciones cíclicas tienden a estar menos satisfechas con su pareja, tienen peor comunicación, toman más decisiones que afectan negativamente a la relación, tienen más baja autoestima y viven una mayor incertidumbre sobre su futuro en pareja.


Etapa 2. Ejercicio 1: Cómo empeorar

En este ejercicio, se trata de que te preguntes cada día por cinco minutos:

– “Si yo quisiera, de forma voluntaria, empeorar la situación que estoy viviendo en este momento, hasta tal punto que se volviera insostenible y que no pudiera aguantarlo más, ¿qué cosas podría hacer o dejar de hacer, decir o dejar de decir, pensar o dejar de pensar, voluntariamente?”.

Las cosas diferentes que se te vayan ocurriendo en estos cinco minutos diarios, anótalas en una lista (y evita ponerlas en práctica).

  • ¿Cómo ha ido hasta el momento? ¿Llevas bien la lectura del material? ¿Y la realización de los ejercicios?

    Recuerda que si en algún momento sientes que vas muy deprisa, puedes tomarte un respiro. Son cinco etapas, pero no es necesario hacerlas corriendo, date tiempo para procesar tus emociones e integrar los aprendizajes.

    Y, ya sabes, nos tienes por aquí si nos necesitas.

¿Te cuesta seguir adelante?

Te podemos ayudar

  • Etapa 1: Sanar

    Una ruptura de pareja desata muchas emociones, no siempre fáciles de llevar. Aprenderás a normalizar emociones como el dolor, la rabia, el resentimiento y la vergüenza, las entenderás y expresarás de manera adecuada, para poder afrontar tu día a día de una forma más llevadera.

  • Etapa 2: Proteger

    Más allá del momento inicial de la ruptura de pareja, volver a ser tú es un proceso que lleva un tiempo, a lo largo del cual pueden surgir dudas sobre la decisión que has tomado, o por parte de quien la ha tomado por ti. Mantener la cabeza clara es fundamental para que el dolor no se haga más grande.

  • Etapa 3: Reenfocar

    Recuperarás el contacto con la esencia de la persona que siempre has sido y que quizás perdiste en otra persona. Empezarás a trabajar en tu independencia mental y emocional, comprendiendo las creencias que te han limitado en el amor hasta ahora.

  • Etapa 4: Renacer

    Definirás cómo quieres ser tú, para poder saber cómo quieres formar parte de una relación de pareja, si eso es lo que quieres algún día. Tendrás claro dónde están tus límites y qué esperas de una relación sentimental satisfactoria.

  • Etapa 5: Comprender y seguir adelante

    Podrás dar los pasos necesarios para empezar a cicatrizar las heridas, a comprender la diferencia entre olvidar y aceptar, y a liberarte de las cargas de tu pasado emocional para seguir adelante con ligereza y conocimiento de ti.