Cómo superar una ruptura de pareja en 5 etapas (parte 3)
“Mi experiencia es aquello a lo que accedo prestar atención.”
Hola otra vez,
¿cómo llevas la lectura y los ejercicios?
Suponemos que está siendo difícil. Ya llevas dos etapas y has estado trabajando intensamente para parar el golpe que supone una ruptura de pareja o ruptura sentimental, y para tomar las medidas necesarias para que la situación no empeore, para que puedas mirar este momento tan doloroso de tu vida con una nueva mirada, para que puedas empezar a aceptar las cosas tal como son... ¿de qué otro modo sino?
Ya has visto entonces, decíamos, la importancia de tu mirada, y cómo todo cambia contigo. Al fin y al cabo, como decía William James, “mi experiencia es aquello a lo que accedo prestar atención”.
Etapa 3 - Reenfocar:
Del “nosotros” al “yo”.
Recuperarás el contacto con la esencia de la persona que siempre has sido y que quizás en algún momento perdiste en la otra.
Más allá de la independencia física, empezarás a trabajar en tu independencia mental y emocional, comprendiendo las creencias que te han limitado en el amor hasta ahora
La importancia de lo que enfocamos
Como nos cuenta Winifred Gallagher en su libro “Rapt”, la teoría de todo (quién eres, qué piensas, qué sientes y haces, lo que amas) es la suma de aquello en lo que te enfocas.
Dirigir tu atención lejos de una experiencia negativa puede ser una buena estrategia de afrontamiento según el psicólogo George Bonanno de la Universidad de Columbia.
De hecho, enfocarnos en unas cosas en lugar de otras es la clave para controlar nuestra experiencia y, en última instancia, nuestras vidas.
Es la diferencia entre vivir como reacción a lo que nos pasa y vivir como creación consciente, como una obra de arte.
Puedes ver el video de Winifred Gallagher, sobre atención en una charla sobre su libro “Rapt”. Tiene otro libro interesante traducido al castellano, “Atención plena”.
De ahí la importancia de tener mucho cuidado al decidir a qué le prestamos atención, ya que se convierte en nuestra experiencia vital… vamos, en nuestra vida.
Y es muy probable que, si estás leyendo esto, una parte de tu vida, más o menos grande, la hayas enfocado en alguien que no eres tú.
Lo bueno de lo malo, y que nos cuesta ver al principio
En la bienvenida de este recurso de acompañamiento, en la etapa 1, te comentábamos que cuando aprendes a afrontar una ruptura de pareja de forma consciente, puedes encontrarte con valiosos aprendizajes y transformar tu vida a través de esta experiencia dolorosa, de una manera que es difícil de imaginarse al principio.
Sobretodo teniendo en cuenta que, por lo que hemos visto hasta ahora, no parece que ni la química ni la mente jueguen a nuestro favor.
Sin embargo, no lo decíamos por decir.
La posibilidad de convertirse en una experiencia positiva
El psicólogo de la Universidad de Monmouth, Gary Lewandoski, y su equipo, realizaron un estudio que muestra que también hay resultados positivos tras una ruptura de pareja.
Los participantes fueron 155 personas que habían experimentado el fin de una relación de pareja en los últimos 6 meses.
Artículo, “Addition through subtraction: Growth following the dissolution of a low quality relationship” en este enlace.
Estas personas valoraron la experiencia vivida, mirándola retrospectivamente y de forma global, como negativa en un 33% de los casos, como neutra en un 26% de casos, y como una experiencia positiva en el 41% de los casos.
Los resultados confirmaron la hipótesis de que las personas experimentaban, tras la ruptura sentimental, más redescubrimiento de sí mismas, menos pérdida de la identidad y más emociones positivas, y eso daba una sensación de crecimiento personal, algo de lo que se habían visto privadas de algún modo en su anterior relación.
Diferentes formas de vivir las transiciones
La mayoría de personas que pasan por una ruptura de pareja llevan la transición más o menos bien.
Pero para un pequeño porcentaje, una ruptura sentimental está asociada con un descenso duradero del bienestar psicológico y un incremento del riesgo de tener problemas de salud física.
La pregunta crítica en estas circunstancias es, seguramente, cómo recuperarse con el tiempo.
Tratarse bien para sufrir menos, y por menos tiempo
En primera instancia, tras la ruptura de pareja, suele volverse una mirada dura sobre una misma: “fue culpa mía”, “tendría que haberlo hecho de otra forma”, “no soy lo bastante buena”, “no soy lo bastante atractiva”.
Está comprobado que el discurso enfocado en el reproche y la añoranza produce peores resultado en cuanto a la recuperación.
Estudio de David Sbarra, “When Leaving Your Ex, Love Yourself: Observational Ratings of Self-Compassion Predict the Course of Emotional Recovery Following Marital Separation” en este enlace.
La capacidad de ser amable con una misma en circunstancias adversas, ver la propia separación como parte de las dificultades a las que se enfrenta todo el mundo y experimentar el dolor emocional de la ruptura de pareja sin atrincherarse en él, parecen ser actitudes vitales para promover el bienestar y protegerse contra un prolongado malestar tras la separación.
De hecho, en una investigación llevada a cabo por David Sbarra y otros investigadores, encontraron que un mayor nivel de autocompasión solía predecir una adaptación más positiva después de una ruptura de pareja.
Qué es la autocompasión y cómo nos ayuda
Pero, ¿qué es la autocompasión?
La autocompasión es un concepto integrador que abarca la amabilidad con una misma (es decir, tratarse a una misma con comprensión y perdón), el reconocimiento de la propia pertenencia a una humanidad compartida (es decir, el reconocimiento de que no encarnamos la perfección y que las experiencias personales son parte de una experiencia humana más grande), y el mindfulness (es decir, la ecuanimidad emocional y evitar la sobreidentificación con emociones dolorosas).
Artículo de Kristin Neff, “The Development and Validation of a Scale to Measure Self- Compassion”, en este enlace.
En situaciones angustiantes, las personas que tienen un alto grado de autocompasión tienden a experimentar las emociones negativas sin quedar abrumadas o atascadas en pensamientos negativos acerca de sus experiencias: se ven a sí mismas y sus acciones con empatía y son capaces de ver los altibajos de la vida como parte de la experiencia humana.
Volver a ser personas completas
En esta tercera parte nos enfocamos en esta mirada amable hacia nosotras mismas, para recuperar el contacto con lo que siempre hemos sido y que quizás hemos olvidado en algún recodo de nuestro camino.
Mirarnos con amor nos ayuda a reencontrar lo que nos mueve en la vida, lo que es importante para nosotras y lo que nos gusta de nosotras.
Desde este reencuentro, valoraremos lo que define nuestro ser, más allá de las relaciones, y que nos permitirá en el futuro, si así lo deseamos, acompañar a otra persona sin dejar de ser quienes somos.
Con esta nueva mirada, entenderemos cuáles son nuestros límites y podremos convertirnos en personas mental y emocionalmente independientes para volver a ser personas completas por nosotras mismas, y revisar las creencias que nos han estado limitando en el amor.
Etapa 3. Ejercicio 1: Qué me gusta
Te proponemos que hagas una lista de las cosas que te gustan.
En tu cuaderno de trabajo, resérvate un espacio para ir construyendo esta lista.
Pueden ser cosas que siempre te han gustado y que nunca te has atrevido a hacer (por ejemplo, “hacer un viaje sola”), pueden ser cosas que te gustan y que en algún momento o por algún motivo has dejado de hacer (por ejemplo, “ir de fiesta con las amigas”), y también pueden ser cosas que, simplemente, te gustan (por ejemplo, “el olor del café recién hecho”).
La lista no debe tener una longitud determinada, aunque te proponemos que no te limites: podrías empezar con unas 50. No es para escribirlas de un tirón, es una lista para ir construyendo y ampliando, para ir reencontrando, sin prisa, lo que realmente te mueve en la vida.
Te proponemos también que, a medida que la lista vaya cobrando forma, te propongas poner en práctica una de las cosas que te gustan cada semana, empezando por la más sencilla. Por ejemplo, “ir a tomar un café con un amigo” o “pasear por el barrio antiguo sin rumbo fijo”. Lo que sea que lleve a poner tus gustos en práctica y empezar a cuidarte de nuevo.
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¿Vas bien? Si has llegado aquí, probablemente sí: te estás esforzando por sentirte mejor y aprender de lo que has vivido.
Recuerda tomarte un descanso de vez en cuando, también de este material. Descansa. Cuídate.
¿Te cuesta seguir adelante?
Te podemos ayudar
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Etapa 1: Sanar
Una ruptura de pareja desata muchas emociones, no siempre fáciles de llevar. Aprenderás a normalizar emociones como el dolor, la rabia, el resentimiento y la vergüenza, las entenderás y expresarás de manera adecuada, para poder afrontar tu día a día de una forma más llevadera.
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Etapa 2: Proteger
Más allá del momento inicial de la ruptura de pareja, volver a ser tú es un proceso que lleva un tiempo, a lo largo del cual pueden surgir dudas sobre la decisión que has tomado, o por parte de quien la ha tomado por ti. Mantener la cabeza clara es fundamental para que el dolor no se haga más grande.
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Etapa 3: Reenfocar
Recuperarás el contacto con la esencia de la persona que siempre has sido y que quizás perdiste en otra persona. Empezarás a trabajar en tu independencia mental y emocional, comprendiendo las creencias que te han limitado en el amor hasta ahora.
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Etapa 4: Renacer
Definirás cómo quieres ser tú, para poder saber cómo quieres formar parte de una relación de pareja, si eso es lo que quieres algún día. Tendrás claro dónde están tus límites y qué esperas de una relación sentimental satisfactoria.
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Etapa 5: Comprender y seguir adelante
Podrás dar los pasos necesarios para empezar a cicatrizar las heridas, a comprender la diferencia entre olvidar y aceptar, y a liberarte de las cargas de tu pasado emocional para seguir adelante con ligereza y conocimiento de ti.